miércoles, 7 de septiembre de 2016

El verano

Todos los años acabo harta de invierno porque es muy largo, pero tampoco es que me encante el verano. Soy difícil de contentar. El caso es que, tanto el frío como el calor extremo me resultan desagradables. En invierno está la calefacción y los abrigos, en verano el aire acondicionado y la piscina. Pero yo no soy muy amante de la piscina, ni siquiera de la playa. El hecho de mojarse con agua que no sea limpia no me entusiasma, y tener luego que pasar por la ducha. La arena me produce picores y el cloro me deja el pelo pastoso. Además, la verdad es que me aburro en seguida de no hacer nada. Soy un poco rara.

Eso sí, nos sale más barato no tener que ir mucho tiempo a la playa ahora que los niños son ya mayores, ni a la piscina. Pasamos el tiempo en casa, en el pueblo o en sitios refrigerados como bares y centros comerciales. De ese modo soportamos el calor. Supongo que hubiera sido más fácil si nos hubiera gustado pasar horas y horas en la piscina y la playa, pero no ha podido ser. Hemos tenido que buscar otros entretenimientos. Aun así, también llega el momento en que el verano se me hace largo y tengo ganas de volver a la rutina. Creo que es sano que así suceda, es señal de que ya he tenido bastante de lo uno y de lo otro.

4 comentarios:

  1. ....y si fuera tu propia piscina? a mi me agrada mucho.

    en fin, mientras se la pase uno bien, pues donde sea, especialmente con los niños!

    Yo prefiero mil veces más el invierno, no me gusta nada nada el verano.....!

    Besos Susana =))))

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  2. Esta ola de calor es tremenda pero igual la prefiero a las olas de frío. Jajajaja. Besotes!!!

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