viernes, 30 de diciembre de 2016

Me crié con dos madres

“Mi madre biológica y su pareja me criaron. La novia de mi madre vivía en la misma calle con sus hijos, pero cuando estos se fueron a la universidad ella se vino a vivir con nosotros. Nunca supe lo que era la figura paterna, lo que me ha provocado una gran inestabilidad. Cuando cumplí 19 años mi madre biológica falleció y todos mis traumas salieron de golpe”.
Este es el testimonio de Robert Oscar López un activista en contra de que personas del mismo sexo sean padres que cuenta a través de su propia historia la terrible verdad que hay de fondo.

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“Los niños criados en un hogar con padres del mismo sexo arrastran problemas de culpa y desconocen lo que es el respeto hacia los padres”
Oscar López explica que los niños criados en un hogar con padres del mismo sexo arrastran problemas de culpa, desconocen lo que es el respeto hacia los padres y temen hablar de los problemas familiares.
Así se sintió Robert quien cuenta que criarse con madres lesbianas fue muy complicado. “En el vecindario me venían como un hijo formal, buen estudiante y muy amable, sin embargo mi interior no tenía nada que ver, estaba confundido, no sabía cómo interactuar con la gente, me sentía perdido”.
El mayor problema, según su punto de vista es que los niños que se han criado con un padre y una madre han visto un modelo masculino y femenino en su casa, “incluso los niños de padres divorciados han experimentado lo que es la figura paterna en contraposición con la figura materna, por lo tanto inconscientemente han aprendido a desenvolverse con mayor facilidad”, asegura.
“En mi caso una vez que me independicé para irme a la universidad me di cuenta que no sabía relacionarme, que no sabía hablar con las mujeres, ni tampoco con los hombres, me veían como un bicho raro y en verdad por dentro me sentía así”.
“Yo no tenía una figura paterna en quién fijarme, mi casa no fue nada convencional y estoy sufriendo las consecuencias”
Incluso confiesa que llegó a sentir celos por las personas gays que se criaron en una casa tradicional. “Porque aunque son homosexuales se han criado en un ambiente donde han podido comprobar lo que es un padre y una madre y ese aprendizaje es una gran ventaja, lo han asimilado sin darse cuenta”.
“Yo no tenía en quién fijarme, mi casa no fue nada convencional y estoy sufriendo las consecuencias. La vida es dura cuando te crías en un ambiente como el mío. Me ha constado adaptarme en el trabajo, incluso me ha costado relacionarme con mujeres, porque al criarme con mujeres mi forma de ser era muy femenina, mi forma de vestir les resultaba extraña y mi forma de ser no les resultaba atractiva”.
Sin embargo, la peor etapa de su vida fue sin duda en la universidad.
“Cuando llegué enseguida me captó la comunidad LGTBI, parecía que llevaba un radar para los gays y como no tenía muchos amigos decidí inscribirme en su comunidad. Enseguida pensaron que como mi madre era lesbiana, yo debía de ser gay, pero en verdad a mí me gustaban las mujeres. Aun así, para que me aceptaran dije que era bisexual, pero me dijeron que estaba mintiendo que tenía miedo a salir del armario y que ellos me iba a ‘ayudar’”, relata.
Cuando quiso contar sus traumas, sufrió una gran campaña de odio de la comunidad LGTBI
“A los 28 años, para sorpresa de todos, empecé a salir con una mujer, incluso me sorprendió a mí mismo porque había repetido tantas veces que era bisexual que ya no sabía ni que me gustaba”.
Fue entonces cuando Robert sufrió el odio de la comunidad gay que le tacharon de homófobo y falso y le amenazaron para que no contara la realidad de su vida ni los problemas que ha tenido por haberse criado con dos madres.

Niños de padres de mismo sexo: falta de identidad

Ante la desesperación, pidió ayuda al sociólogo Mark Regnerus de la University de Texas (Estados Unidos) quién estaba investigando sobre personas que se han criado con padres homosexuales y éste aceptó.
Las personas criadas por padres del mismo sexo pueden sufrir alcoholismo, drogadicción o o conductas suicidas
Regnerus analizó a 248 adultos que se han criado con dos padres o dos madres y en todos encontró un factor común: desconocían su identidad su razón de ser y por ello según apuntaba el sociólogo se podían producir desajustes en el desarrollo que provocan alcoholismo, drogadicción o incluso conductas suicidas.
Además, Regnerus explica que los niños criados por padres del mismo sexo desarrollan mayor curiosidad hacia la homosexualidad aunque ni siquiera sientan atracción, por lo que muchos se decantan por la bisexualidad.
Sin embargo, el porcentaje de estos hijos que se posicionan en contra del LGTBI y sus influencias es muy pequeño. Los hijos tienden a imitar el comportamiento de sus padres.

Superar traumas del pasado

El protagonista de este testimonio forma parte de ese pequeño porcentaje que ha tenido que afrontar sus traumas de la infancia. Aun así, está orgulloso de admitir que los ha superado.
“Ahora puedo decir, a los 41 años, que tengo una vida normal. Estoy casado con una mujer maravillosa, cuando se quedó embarazada la ayude en todo el proceso, no la vi como una incubadora, sino como una madre. Mi pasado bisexual se ha quedado atrás, cuando me casé prometí que nunca me divorciaría de mi mujer y que la sería fiel hasta el día que me muera”, cuenta.
“Quiero proteger a mi hijo para que viva en un ambiente sano”
“Además ahora soy consciente del rol de padre que tengo por delante, quiero protegerle para que viva en un ambiente sano, sus intereses y su bienestar están por delante de mí, y no al revés como me enseñó mi madre”.
 http://www.actuall.com/familia/me-crie-dos-madres-esta-la-incomoda-verdad-nadie-quiere-escuchar/

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Padre de una niña con espina bífida


Inicio / Vida y familia
El neurocirujano infantil Javier Esparza

Un médico pide en El País abortar a los bebés con malformaciones; un padre «interpelado» le responde

El doctor Esparza habla de evitar sufrimientos y de "no cargar a ningún ser humano con sufrimientos más allá de lo imaginable".

27 julio 2012

Un médico pide en El País abortar a los bebés con malformaciones; un padre «interpelado» le responde
Un bebé con espina bífida
El diario El País publicó hace unos días una carta del neurocirujano infantil Javier Esparza que lleva por título "Nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento".

En ella, el médico se muestra en contra de la prohibición del aborto en los casos de malformación fetal.

En la misma apela a supuestos argumentos humanitarios para permitir el aborto, tachando a los que se oponen a ello de ignorantes o de actuar por intereses espurios. Funda su tesis en un argumento falso como es el sufrimiento de los niños con determinadas dolencias, y de sus familias.

Entre los argumentos del médico destacan los siguientes:

"En España se ha practicado durante muchos años un excelente programa de prevención de la espina bífida, y desde la implantación de la ley del aborto". 

"Desgraciadamente, si se suprime el supuesto de interrupción del embarazo, mucho me temo que volveremos de nuevo a cifras terribles, dado que se trata de malformaciones frecuentes".

"No creo que ninguna sociedad tenga el derecho, y menos pudiendo evitarlo, de cargar a ningún ser humano con sufrimientos más allá de lo imaginable".

"Por otra parte, siempre he creído que los Gobiernos y las leyes deben estar al servicio de los seres humanos para ayudarlos, pero no para castigarlos; y mucho menos por intereses posiblemente espurios".

Respuesta de un padre de una niña con espina bífida
Javier Mª Pérez-Roldán, abogado de familia y padre de una niña con espina bífida, responde al neurocirujano Javier Esparza:

«Desde hace 12 años soy abogado de familia y desde hace 7 padre de una niña con espina bífida. Durante estos últimos años me he dedicado, en exclusiva, a dos cosas: velar por el interés de los hijos de mis clientes, y ejercer como padre de mi hija y de sus otros dos hermanos, de 5 y 3 años.

»Mi hija tiene parálisis en ambas piernas, y desde los tres años convive diariamente con su silla de ruedas. Tiene también todos los problemas que usted cita como asociados a la espina bífida, salvo la siringomielia. Es más, su lesión (que lo es en la modalidad más grave) está localizada a la altura de la vértebra L4-L5 y según nos comentan todos los profesionales que la tratan, es la más alta que han visto es muchos años. Ha pasado por cinco operaciones, y tiene citas periódicas en siete especialidades médicas.

»Ahora bien, mi hija no sufre ni más ni menos que una niña de su edad. Juega, ríe, quiere, ama y siente exactamente igual que sus dos hermanos sanos. Y, a veces, también llora, pero sus lágrimas no tienen ningún poso de amargura ni dolor por encima de las de sus amigas o de las de sus hermanos, pues como ellos, llora por nimiedades.

»Como abogado de familia he conocido niños con depresión crónica por culpa de la separación tormentosa de sus padres, que arrastran una existencia triste y sufriente. Como sufren más que mi hija y sus hermanos, ¿los eliminaría?

»Y en cuanto a la familia, fíjese si el sufrimiento no es tan extremo como usted dice que después de su nacimiento hemos tenido otros dos hijos, señal de que el cuidado de nuestra hija no nos ha supuesto trauma ninguno.

»Estas anomalías, por sí, no causan el sufrimiento que usted pretende. De hecho, si bien el dolor ante cualquier enfermedad o revés de la vida es inevitable, el sufrimiento es totalmente voluntario, pues es éste una percepción personal y subjetiva de la propia realidad. Hay quien ante cualquier mínimo problema ante la vida sufre, y sufre sin mesura, y hay quien ante obstáculos insalvables y dolores sin medida se crece, pues admite su dolor con entereza.

»De hecho, por la enfermedad de mi hija he estado en contacto con numerosos afectados de espina bífida (algunos en grados muy severos) y siempre se han manifestado esperanzados y alegres por el don de la vida. ¿Ha oído usted de enfermos de espina bífida que se hayan suicidado o que hayan solicitado la eutanasia? Sin duda usted conocerá el estudio de su compañero neurocirujano Rob de Jong, publicado recientemente en la revista Pediatric, donde sostiene, por medio de estudios de campo, que los recién nacidos con este mal congénito apenas tenían dolores.

»Por eso me causa sonrojo su carta, llena de adulteraciones de la realidad vivida por cientos de enfermos y sus familias. Pero mayor sonrojo me causa su supuesto humanismo. Dice usted que nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento ¿y en qué principio ético funda usted tan categórica aseveración? ¿y porqué presupone usted el sufrimiento de estos pacientes?

»En cuanto a la fundamentación de su aseveración, alega la mismas causas que las autoridades nacional-socialistas responsables del plan de exterminio de enfermos Aktion T4. El plan se fundaba en que había vidas que no eran dignas de ser vividas, y cuyo asesinato era tanto un acto de compasión como un beneficio para la comunidad. Usted alega ambas cosas (igual que los Nazis) pues sostiene que "el colmo" es que los esfuerzos realizados para el tratamiento de estos niños es un desperdicio, pues acaban muriendo a los 20 años, y encima arrastrando un sufrimiento sin medida. ¡Qué argumento tan falaz! Usted sabe que miente, pues al día de hoy, la esperanza de vida de estos pacientes es prácticamente la misma que para personas sanas.

»Pero es que, además, aunque fuera verdad el fallecimiento a los 20 años ¿me va a decir usted que no merecen vivir estos 20 años? Usted está jubilado y pronto empezará a sufrir achaques. De vida, según las estadísticas del INE, no le quedan más que 16 años ¿le parecería justo que a la primera recaída de usted le privemos de un tratamiento por lo costosísimo del mismo teniendo en cuenta que no le quedan años para "amortizar la inversión" y más teniendo en cuenta que usted, en la vida, ha hecho lo que tenía que hacer? Según su teoría sería menos grave matar a un zambiano (con una esperanza de vida de 36 años) que a un español (con 81 años de esperanza).

»Las personas no son una inversión, son un bien en sí mismo, y no podemos desahuciar a los que tenga cáncer, o SIDA o cualquier otra enfermedad por lo costoso del tratamiento y por el alto índice de mortandad durante el mismo.

»En el culmen del paroxismo dice usted que el aborto ayudó a prevenir la espina bífida. Nos descubre con ello su auténtico rostro, pues según usted sería muy fácil que España se colocase a la cabeza de los países saludables. Bastaría con eliminar a todo enfermo o lesionado grave (con cáncer, SIDA, paralítico por accidente de circulación) para poder vender al extranjero nuestras estadísticas y colocarnos como el país con la mejor política de prevención de enfermedades. Veo que usted es de los expeditivos que opina que muerto el perro se acabó la rabia. ¡Menos mal que no tiene usted responsabilidades en la política penitencia, pues sabemos cómo acabaría usted con los índices de delincuencia: fulminando al delincuente!

»Sólo le quiero decir una cosa. Lo que nos hace sufrir a los afectados por esta enfermedad son los profesionales médicos como usted. Cuando a los tres meses del embarazo nos anunciaron la enfermedad de nuestra hija, nos recomendaron insistentemente el aborto, y ello hasta hacernos sentir culpables si traíamos al mundo a un niña solo para que sufriera. La realidad es nunca tomamos mejor decisión que tenerla, pues pasado el tiempo intimamos con dos matrimonios que abortaron a sus hijos por tener espina bífida ¡no sabe usted el terrible padecimiento moral de estas dos parejas al ver que si no hubiera cometido tan criminal acto podrían tener con ellos a sus hijos, que de seguro serían tan alegres y joviales como la nuestra! Y le preguntó ¿qué derecho tenían los médicos que les indujeron al aborto a obligarles al calvario de remordimientos que están pasando?

»Que sepa que mi hija enferma tiene la misma dignidad que usted y el mismo derecho a vivir que tuvo usted. Ninguna sociedad tiene derecho a decir sobre si la vida de otro es digna o no, o a determinar si una enfermedad causa o no sufrimiento sin preguntar al afectado.

»Mi hija necesita para vivir de la ayuda de otros en el mismo grado en que yo la necesito, aun estando sano. Si los hombres vivimos en sociedad es porque nos es necesario el concurso de otros para nuestra supervivencia. Por esto existe la sociedad y los gobiernos de la mismas: para ejercitar la ayuda mutua. En occidente tenemos la suerte de que prosperó la razón benéfica del ágora de Atenas sobre el terror eugenésico del Taigeto espartano ¿usted que es, ateniense o espartano?».

 http://www.religionenlibertad.com/un-medico-pide-en-el-pais-abortar-a-los-bebes-con-23989.htm

lunes, 26 de diciembre de 2016

La homosexualidad se hace

El doctor Jokin de Irala, médico e investigador de la Universidad de Navarra, explica que la exclusión de esta conducta del manual de enfermedades de la APA se realizó por simple votación. Cuestiona el hecho de que cualquier crítico al fenómeno es considerado homófobo.
El doctor de Irala, máster en salud pública y especializado en afectividad y sexualidad humana, señala en esta entrevista la necesidad de pasar al plano científico el debate sobre la homosexualidad. Afirma que ella es un desarrollo inadecuado de la identidad sexual y asegura que es posible el cambio de conducta de los que sienten atracción hacia las personas del mismo sexo.
-¿Existe evidencia científica de que se nace homosexual?
-Como científico diría que la homosexualidad se hace, no se nace, rotundamente. Hay que afirmar que efectivamente no existe ninguna evidencia científica que avale la teoría genética de la homosexualidad o que ella pueda ser innata. Especialistas en homosexualidad que trabajan en asociaciones científicas como la NARTH en EEUU (Asociación nacional de investigación y terapia de la homosexualidad) afirman que se trata de un desarrollo inadecuado de la identidad sexual. Por ello, deberíamos por lo menos aceptar que el debate científico sobre este tema pueda seguir existiendo.
-¿De dónde nace la corriente de pensamiento que afirma que es una opción sexual normal?
-Esto de que uno nace homosexual tiene su origen en los años 70, cuando los activistas de la homosexualidad en EEUU hicieron mucho lobby para que la APA, que es la Asociación Americana de Psiquiatras, quitara este tema del manual de clasificación de enfermedades. Entonces, lo que hicieron fue provocar una votación, y fueron a votar el 25 por ciento de los miembros, y allí salió un 69% a favor de retirar la homosexualidad de ese material. Que yo sepa, es el único ejemplo en la medicina donde algo se decide si es o no enfermedad por una votación simple de quienes asisten a una reunión. Imagínese que se haga una votación por la sociedad española de endocrinología votando a favor o en contra de que la obesidad es un problema de salud o no. Esto no tiene precedentes. Lo que hay que hacer es analizar el problema con estudios científicos.
-¿Se trata de una conducta que se puede modificar?
-Hay datos científicos, estudios publicados en revistas científicas que muestran que la homosexualidad sí se puede modificar con una terapia adecuada, incluso en EEUU hay asociaciones de ex gays. Muchos de ellos protestan porque dicen que estos grupos de activistas no dejan que se sepa que el cambio es posible. Y no solo no dejan que se sepa, sino que no admiten que alguien pueda libremente pedir ayuda. Así, por ejemplo, se tiene el caso de un juez de Lombardía (Italia) que ha declarado ilegal ayudar a un homosexual aunque te lo pida libremente. Esto es increíble. Es un atentado contra la autonomía del paciente.
-¿Y en qué se basan?
Señalan que la terapia es casi una tortura, traumática, con electroshock. Sin embargo, no tiene nada que ver con eso. El tratamiento es básicamente psicoterapia. Pero no se puede impedir que las personas elijan pedir libremente ayuda. Pero hay que decir que hoy se utiliza el término AMS para identificar a las atracciones por personas del mismo sexo, porque una cosa es que uno pueda tener atracciones por personas del mismo sexo y otra es que alguien, fruto de esas atracciones, acabe teniendo relaciones sexuales de tipo homosexual. El hecho de que uno tenga la atracción no significa que sea homosexual, en absoluto. De hecho, hoy en día, con al ambiente que hay, pro homosexual, con la cultura que hay, se tienen muchos casos de jóvenes que simplemente tienen una confusión y requieren de ayuda.
-¿Y cuáles serían las causas de esta conducta?
-Hay diversas posibles causas, pero parece ser que lo que más casos de homosexualidad está produciendo es una mala identificación con la figura del varón o de la mujer en la familia. Es muy común el paradigma de padre autoritario, pasivo, ausente en la vida de un varón que a lo mejor es sensible, perfeccionista. O una madre muy posesiva desde el punto de vista emocional. Eso es una de las mayores vías que lleva a la homosexualidad.
-¿Hay otras?
-Otra vía que está mezclada con esta es que ese varón, por ejemplo, sensible -y que no es nada malo que lo sea- , por esa sensibilidad los de su sexo lo rechacen en su colegio. Ese rechazo puede llevar a una baja autoestima como varón y, por consiguiente, cuando llegue a la pubertad, a una orientación homosexual. Otra vía es la conocida ambigüedad de la identidad sexual en el adolescente. Es normal que un adolescente, varón o mujer, pueda tener dudas de su identidad sexual, pero esa ambigüedad bien llevada, fortaleciendo la identidad masculina o femenina de los jóvenes, no genera problemas, lleva a la heterosexualidad. El problema actual es que eso está mal llevado y se le dice a ese joven que lo que tiene que hacer es salir del armario o del clóset.
-¿Hay problemas de salud ligados a esta conducta?
-Sí, la actividad sexual de tipo homosexual conlleva problemas de salud, algunos de los cuales son específicos. Además de los problemas asociados a la promiscuidad sexual y las infecciones de transmisión sexual, que también hay entre heterosexuales promiscuos, existen problemas asociados a la utilización de los órganos sexuales sin tener en cuenta que por su “diseño” están orientados a la complementariedad entre varón y mujer.
-¿Por qué a pesar de los datos científicos se sigue negando el problema?
-Hay muchas razones. La primera es que hay desinformación. Muchos profesionales no manejan estos datos y solo toman el manual de la APA. Luego están las ideologías. Los intereses económicos y también está la realidad del miedo. Hay profesionales que saben de esto, pero el precio que tienen que pagar al afirmarlo es muy caro. Si en España un psiquiatra pusiera una placa que es terapeuta de la homosexualidad, lo lógico es que le quemen el portal de su consultorio y puede quedar sin clientes.
-¿Dónde estaría el equilibrio?
-El equilibrio está en reinvindicar un respeto incondicional por toda persona con sentimientos homosexuales. Habría que compatibilizar ciencia con respeto a la libertad; debe de ser posible el debate científico con respecto al tema. Debe ser posible que yo como científico opine sobre la homosexualidad sin que se me llame homófobo solo porque tengo una postura contraria a las organizaciones gays.
-Hay también mucho de sentimiento en este tema…
-Efectivamente, por eso es necesario sacar este tema del sentimiento y del afecto. Hay gente que te dice: “Mi hijo homosexual es buena persona y yo le quiero”. Y claro que sí, y está bien, pero eso no tiene nada que ver con lo que estamos diciendo. No es una cuestión de ser mala o buena persona, no es una cuestión de sentimiento. Tú puedes y debes amar mucho a tu hijo homosexual; ahora eso no quiere decir que no le puedas plantear que tu opinión es que tiene un problema y que además que tiene una solución posible. Es como si el debate sobre la diabetes fuera que los diabéticos son buenas personas, pues esto es llevar el debate a los sentimientos.
-Pero hay miedo a discriminar.
-Claro que la discriminación es una barbaridad, pero eso no quiere decir que tengan derechos a adoptar (N. de la R: la adopción no es un derecho universal para todos. Los adoptados sí tienen derecho a tener padre y madre, y los candidatos a ello deben cubrir ciertas condiciones. Ni siquiera todo heterosexual tiene derecho a adoptar), por ejemplo. No hay que mezclar, ese es otro problema. El problema es que hoy se intenta etiquetar de homófobo a cualquiera que simplemente no opine en la línea del homosexualismo político.
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 http://www.conapfam.pe/2016/08/16/desde-espana-como-cientifico-puedo-afirmar-que-la-homosexualidad-se-hace-dr-jokin-de-irala/

viernes, 23 de diciembre de 2016

Los regalos

Durante unos veinte años me vi obligada a buscar cuarenta regalos para hacer por Navidades. Tengo cuatro hermanos, cuatro cuñados y diecisiete sobrinos. Afortunadamente, cuando los niños se hicieron mayores perdimos la costumbre de hacer regalos y ahora sólo tengo que buscar los nuestros de la familia directa, como es natural, porque lo otro era una barbaridad. A nivel económico y también personal porque me pasaba más de un mes pensando y buscando cosas, total para que luego nadie estuviera satisfecho, como suele pasar.

Cuando era pequeña celebrábamos las fiestas en familia, sin tíos ni primos, claro que ocho personas y el perro ya éramos bastantes para cenar. Yo pienso que lo natural es pasarlas con la familia directa pero ahora ya es tarde para cambiar las costumbres- Me imagino que cuando tengamos nietos ya seremos bastantes para poder celebrarlas otra vez tranquilamente en casa. De todas maneras, aunque ahora me quejo por demasiada gente espero que no llegue el momento en que tenga que sufrir lo contrario. Lo mejor es el término medio.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

El coche

Sintiéndolo mucho tengo que cambiar de coche. Lo digo porque estoy tan acostumbrada a él como si fuera un traje y me va a costar mucho empezar con otro. Por una parte tiene ya diez años y empieza a dar problemas; por otra parte, necesitamos un coche más pequeño. Los chicos ya son mayores y casi nunca vamos juntos, así que un coche grande ya no tiene mucho sentido. Por otra parte, mi hija pequeña tiene miedo a conducir y pensamos que con uno pequeño y automático le será más fácil. Además este coche consume mucha gasolina al mes.

Así que hemos estado mirando distintos modelos y vamos a comprar un híbrido, para así contaminar menos también. Son un poco más caros pero se ahorra la diferencia en gasolina. Hemos visto uno azul eléctrico que nos gusta y esperamos tenerlo antes de un mes. Me tendré que acostumbrar con otro coche, sin marchas y más pequeño. Dice la psicóloga que me haré con él enseguida. Espero que tenga razón porque últimamente todo lo que sea cambiar lo llevo muy cuesta arriba.

lunes, 19 de diciembre de 2016

El lavaplatos

Tengo un lavaplatos que tiene veintidós años. Es marca Balay de antes de la obsolescencia programada. Lo pongo todos los días y sólo se me ha estropeado unas cuatro o cinco veces. Siempre ponía el mismo programa, el número cuatro que era el de ahorro de energía, pero el otro día se me estropeó el lavaplatos porque no entraba el agua. Así que me dijo mi hija mayor que probara con otro número y resulta que el dos sí funciona. De manera que me he librado de tener que llamar al técnico de momento porque el aparato sigue haciendo su trabajo.

Mi primera lavadora duró unos quince años y todavía tengo una nevera en el pueblo que tiene veintiocho años y funciona. Es una vergüenza que sabiendo hacer las cosas bien ahora las hagan para que duren un tiempo limitado y tengas que comprar otra. Así que la lavadora nueva, que es Miele es más cara pero me la han garantizado por diez años y a mí me merece la pena. Es un desperdicio tirar las cosas cuando se estropean porque sale más caro el arreglo que comprar otro. Además es un problema lo que se hace luego con los desechos.

Ya que está entrando tanta gente a ver esta entrada, no se pierdan la siguiente sobre la homosexualidad y el sida, que es muy importante.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Homosexualidad y Sida

Un ochenta por ciento de los contagiados por sida en España son varones homosexuales. Eso tiene muchas explicaciones. En primer lugar, la promiscuidad que multiplica el riesgo. En segundo lugar, que los preservativos no están pensados para soportar tanta presión y se rompen a menudo. En tercer lugar, que el intestino no es elástico como la vagina, y está recubierto de mucosa, lo cual hace que las lesiones sean frecuentes. Es lo que se conoce por síndrome del intestino homosexual, que es una patología conocida en medicina.

Ya sea por semen o sangre la posibilidad de contagio de enfermedades es muy frecuente, sin contar con el contacto con las heces que también lo facilita. Por todo ello, los homosexuales deberían hacerse las pruebas del sida a menudo pero muchos no quieren. Una vez contagiados la única manera real de evitar el contagio a otras personas es abstenerse de las relaciones sexuales, pero tampoco están dispuestos a ese sacrificio. Siendo así me temo que el número de contagios continuará creciendo.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Colegios concertados e ideología de género

Toda la vida he estado oyendo protestas contra la existencia de colegios privados, especialmente los concertados. Teniendo en cuenta que con mis impuestos se mantienen los colegios privados, no veo que problema hay en que decida gastarme el dinero en otro centro de enseñanza aparte. La ventaja principal de los colegios privados es la enseñanza personalizada. Naturalmente en todas partes hay buenos y malos profesores, pero en un privado si los padres se quejan es posible que cambien al profesor. En un colegio público tienen su plaza de por vida y no hay nada que hacer para influir en su trabajo.

Además los colegios concertados tienen ideario que suele ser religioso. Eso se nota. Recuerdo que una vez fui a una reunión de padres  y una señora preguntaba si se iba a notar que el colegio era de monjas. Hombre, aunque se vistan de calle creo que la actitud es diferente. Quien lleva a sus hijos a un colegio religioso lo hace porque quiere una educación humanista cristiana aunque las asignaturas sigan siendo las mismas. Además el nivel educativo suele ser más alto. Son más exigentes con los alumnos debido precisamente a su mentalidad. No todo son ventajas pero a mí me ha compensado. Ahora mis hijos ya acabaron el colegio.

En los colegios religiosos se enseñan comprensión cristiana como es natural pero eso no quita para que se afirme que, según la Biblia claramente la sodomía es pecado como el adulterio y la promiscuidad. Se puede evitar el tema pero no se puede decir otra cosa, por mucho que le fastidie a la señora Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid.

lunes, 12 de diciembre de 2016

La noria

El jueves pasado nos fuimos mi marido y yo a Alcalá de Henares, un pueblo de Madrid que es como una capital de provincias. Estaba muy animado con la calle llena de gente y la plaza de Cervantes con atracciones para los niños. También había puestos con objetos de regalo aunque no de tipo navideño. No había belenes, más que uno grande del ayuntamiento. Además había una noria pequeñita, que yo creo que era más bien para niños pero dejaban subir adultos, eso sí sin cargar todos los asientos por si acaso. Así que nos subimos y nos encantó. No era muy alta ni iba muy rápido pero precisamente por eso era más placentero.

Después nos fuimos a comer a un restaurante que, cuando llegamos, estaba vacío. Al cabo de un rato aquello parecía el camarote de los hermanos Marx porque no paraba de entrar gente y no salía nadie. El pasillo era bastante estrecho y todo el mundo se chocaba. Era un poco agobiante, pero disfrutamos la comida y luego fuimos a una tienda de Bricor a ver cosas para nuestra casita. Como siempre se nos ocurre algo, compramos un par de cosas y ya estaba oscureciendo; así que nos volvimos a nuestra casa. Fue un día muy agradable.

viernes, 9 de diciembre de 2016

El estanque

En mi casa del pueblo tenemos un pequeño estanque de plástico. Al principio no se movía el agua y se nos llenó de larvas de insectos, así que pusimos un chorro hacia fuera. Además, para que no huela el agua tenemos que echarle bacterias de vez en cuando. Todo eso lo hemos aprendido sobre la marcha. Pusimos dos nenúfares pero son complicados de mantener, porque el nivel del agua tiene que ser estable. Las hojas tienen que asomar por encima de la superficie. Como no fue así en verano, ni en el otoño con la lluvia, las plantas se nos han estropeado.

Cuando llegue la primavera seguramente pondremos unas algas que nos han recomendado y hasta puede que nos animemos a poner tres pececitos, aunque eso me preocupa porque nos encariñamos mucho y luego se mueren y te llevas el disgusto. Así que no sé si nos decidiremos. De momento hemos puesto unas piedras alrededor del estanque para que parezca más natural y una planta colgante. El ruido que hace el agua al caer es muy agradable. Así tenemos nuestro cachito de naturaleza en el jardín.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Maternidad subrogada

Ya he dicho muchas veces pero lo repito que a mí no me importa que la gente sea homosexual. Lo que no quiero es que adopten niños, porque pienso que los hijos necesitan tener a su padre y su madre para desarrollarse adecuadamente. Últimamente llueven las noticias sobre famosos homosexuales o presuntos, que están consiguiendo ser padres por medio de vientres de alquiler. A mí eso me parece terriblemente injusto para el niño que, en el mejor de los casos sólo podrá contar con la compañía de uno de sus padres. Pero también me parece tratar a las mujeres como vacas de cría.

Una mujer sólo pasa por ese trance por dinero. No sólo tiene que soportar molestias que incluso podrán perjudicarla físicamente de por vida, sino que además tiene cambios hormonales que provocan un lazo de afecto con ese niño al que no va a volver a ver más. Por eso es bastante frecuente que se nieguen a entregar el niño, más aún si el óvulo utilizado era propio. Es una situación artificial donde se juega con la salud física y psíquica de una mujer y con el futuro de un niño. que siempre se va a sentir huérfano y que le falta algo, por mucho que lo quiera su padre biológico.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Hablar en clase

Resulta que aunque yo hablo cuatro idiomas, la timidez impide que me lance y me quedo bloqueada con facilidad. Por eso no me gusta hablar en clase,  incluso aunque de vez en cuando haya simulacros de examen y no me quede más remedio que hacerlo. El caso es que este curso había tenido mucha suerte porque por tres ocasiones, tres, me libré de hablar en el último momento porque se acababa la clase. Pero el otro día ya no pudo ser. Sospecho que los de detrás se chivaron de que yo no había hablado con algún gesto porque andaban diciendo que había gente que no había participado nunca.

Así que me tocaron mis tres minutos de diálogo, que parecen tres horas. Salí más o menos bien parada. Pero al llegar a casa me tuve que tomar un ansiolítico porque estaba todavía de los nervios. Y eso que no era más que una clase normal. Aún así he mejorado mucho, porque cuando era niña en los exámenes orales me temblaban hasta las pestañas. Hablar en público no es lo mío. Creo que tengo fobia social, pero me obligo a mí misma a pasar por este trance de vez en cuando porque supongo que es lo normal y a mí me gustaría normalizarme.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Las gafas

Estaba el otro día en casa y fui a secarme el pelo. Al cabo de un rato me di cuenta de que no llevaba las gafas puestas y pensé que me las había quitado en el cuarto de baño. Por más que las busqué no las encontraba y ya estaba yo pensando en la tontería de tener que hacerme unas gafas nuevas, con lo caras que cuestan, habiéndolas perdido dentro de casa. Así que, después de rezar a San Antonio, decidí seguir haciendo las labores de la casa.

Y entonces se me ocurrió. Que cuando leo el blog en la tablet me pongo las gafas en el cuello y a veces al levantarme se me caen al suelo. Allí estaban, en la alfombra y pisadas, con una patilla torcida. Por suerte la pude arreglar. Así que parece mentira como te acostumbras a las cosas y cómo las echas de menos cuando faltan, porque yo no veo tan mal sin ellas. Cuando llevo las gafas puestas ni me acuerdo pero cuando no las tengo me siento desnuda.