miércoles, 10 de febrero de 2016

Pensamiento positivo

Nunca he creído mucho en esas cosas pero lo estoy intentando y no sé si funciona. Cada vez que pienso qué cansada estoy, me respondo: no estoy cansada, sólo emperezada. Cuando pienso que estoy depre, me digo a mí misma que estoy bien dentro de lo que cabe. De ese modo, intento alejar los pensamientos negativos y centrarme en el presente. Es algo cercano al budismo y la meditación. También se me da muy bien relajarme. Es lo que mejor hago del chicún. Tanto que a veces en el sofá con el gato, a cualquier hora me quedo dormida. Supongo que también es por las medicinas que tomo, pero tengo que evitar la tentación.

Como tengo esta facilidad para dormir durante el día, me tengo que recordar a mí misma que no debo hacerlo. Además es que en la siesta no sueño o al menos no lo recuerdo. Por la noche tengo unos sueños tan intensos que a veces me dan ganas de levantarme y no dormir más. Aun así me acuesto muy temprano porque a partir de las diez y media me empieza a doler la cabeza. Total, que llevo una vida de monje, con la diferencia de que no tengo que levantarme por la noche a rezar. Así que sigo una filosofía zen, si no fuera porque a veces me agobio cuando tengo mucho que hacer. A ver si consigo dominar el pensamiento positivo y ya me dan el diploma.

6 comentarios:

  1. Pues haces muy bien. Esas cosas sí funcionan. Intentar ver el lado bueno de las cosas no tiene por qué querer decir que vayas a ser una ingenua que viva en un mundo de fantasía. Sólo es darse cuenta de que a veces la vida no es tan complicada y somos nosotros quienes nos la complicamos. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. Sí funciona, pensar positivo ayuda a no caer en un agujero negro! Sigue así!!!!

    =)))

    ResponderEliminar
  3. Hola. de un tiempo a esta parte también intento concertarme en el pensamiento positivo y en que todo irá a mejor... Aunque esta realidad social y política que nos ha tocado vivir no ayuda mucho... Seguimos en contacto

    ResponderEliminar