lunes, 2 de noviembre de 2015

Sueños

Duermo mucho y tengo unos sueños muy intensos. A menudo son como películas a color y con todo detalle, desde la fantasía a la ciencia ficción. Otras veces son de viajes. Pero también suelen ser repetitivos y me acaban agobiando. Por ejemplo, sueño mucho que voy por Madrid con el coche y me pierdo y es que yo tengo un sentido de orientación nulo, por eso no voy nunca allí en coche. O que no sé dónde he aparcado. O los clásicos de que voy descalza o medio desnuda. O que tengo que coger un avión o un tren y se hace tarde. O que he perdido las maletas. O que tengo que recoger toda la casa para mudarnos y no me da tiempo.

Así que intento despertarme y a veces no puedo. Me vuelvo a dormir y sigo con el mismo sueño. Me pregunto si eso es normal o consecuencia de la medicación que tomo, o tal vez un síntoma de Parkinson. Mi madre lo tiene y a mí ya me tiemblan mucho las manos. Pero como ya fui al médico y no me dijo nada tendré que esperar a ver que sucede. Mientras, me gustaría no soñar tanto o al menos no acordarme tan bien, que a veces incluso no sé lo que es realidad y lo que he soñado. En la siesta no recuerdo los sueños, así que es mi hora preferida para dormir. Si tuviera despierta la misma imaginación que tengo durmiendo, sería una gran escritora.

6 comentarios:

  1. Yo también tengo sueños muy vívidos. Y tengo épocas en que sueño más que otras. Supongo que dependerá del grado de cansancio o las preocupaciones que se tengan en ese momento. Lo de ir desnudos por la calle creo que lo hemos soñado todos alguna vez y es bastante desesperante. Jajaja. Besotes!!!

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  2. Pues a mí me ocurre lo contrario, de joven prácticamente todas las noches soñaba y recordaba los sueños, agradables y lo contrario, pero siempre intensos. Ahora raro es el día que recuerdo un sueño. Besos, Pilar

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  3. Soñar es como vivir doble, una vida paralela. A veces es más divertida otras una pesadilla...como esta. Sería interesante escribirlo, tal vez haya ahí una buena historia.

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