martes, 26 de enero de 2016

Última visita

Los muebles de casa de mis padres ya no están, en su mayor parte. Tampoco los electrodomésticos ni la ropa. Hoy he hecho una última visita para rescatar una planta que había quedado apartada. Ya no tengo excusas para volver. Mañana vienen los traperos que se llevarán lo que quede. El día uno la casa pasa a sus nuevos dueños. He llorado otra vez al despedirme. Ya sé que sólo es un lugar pero es el nido de mis recuerdos de la infancia y de los últimos años de vida de mis padres. Ahora que soy huérfana hace muchos años que tengo ya otro nido y otros recuerdos, pero esa casa siempre formará parte de mi historia familiar.

Me gustaría aferrarme a ella aunque fuera vacía y pensar que el tiempo no ha pasado, pero es inútil e insano y no me lo puedo permitir. Así que una vez más le he dicho adiós al que fue mi hogar veinte años y, pensando en mis padres, he hecho propósito de seguir adelante como ellos lo hubieran hecho. Una planta más, unos platos de pared y unas colchas han sido mis últimos recuerdos. Ahora tengo que aprender a vivir sin tantos objetos a los que agarrarme. Sabía que llegaría este momento y lo temía. Al final no está resultando tan duro como lo esperaba. Creo que mis padres desde el cielo me están echando una mano.

6 comentarios:

  1. Hola: me puedo imaginar tu angustia vital al cerrar y desprenderte definitivamente de la casa de tu infancia y la de tus padres. Es romper con esa etapa de tu pasado pero deben seguir hacia adelante. Seguimos en contacto

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  2. Tienen que ser momentos difíciles, sin duda. Pero se nota que lo estás haciendo muy bien. Un besote.

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