sábado, 2 de enero de 2016

Soy pretecnológica

A mucha honra. Nací en 1966. Entonces no existían por supuesto móviles ni apenas ordenadores. Los que había eran como armarios. Y vivíamos, salíamos a la calle, teníamos amigos y trabajábamos en el siglo XX como si nada. Ahora parece que no se puede estar sin algo electrónico entre las manos. Me desespera cuando veo a la gente que va por la calle leyendo su aparatito. ¿Es que no pueden esperar a llegar a algún sitio?. Así no me extraña que aumenten los atropellos. El móvil te tiene todo el tiempo comunicado y al día de lo que pasa. Pero yo no quiero estar localizable veinticuatro horas ni enterarme al minuto de la actualidad.

Para eso llego a casa y enciendo el ordenador o la tablet. El resto del día me gusta ocuparme de mi familia, de mis hijos y de mis propios pensamientos. Estar todo el tiempo enganchado te impide pensar y asimilar lo que has leído. La comunicación entre las personas se resiente muchísimo cuando cada uno tiene algo en la mano. Estamos en la misma habitación como si no estuviéramos. Hacemos fotos que ya no miramos, mantenemos conversaciones que olvidamos, leemos noticias que no nos afectan. La electrónica nos está robotizando. Aconsejo a mis lectores que prueben a dejar los aparatos unas horas al día y volver a simplemente vivir.

2 comentarios:

  1. Yo nací en 1965. Pienso igual que tú. Echo de menos los tiempos cuando vivíamos sin ordenador ni móviles. Estábamos más tranquilos. Nos concentrábamos más, y creo que hasta había más humanidad. Yo tengo un móvil -dionsaurio y casi ni lo toco, ni me entero de cuando me mandan sms, paso totalmente. Ahora estoy más enganchada al ordenador por el tema del blog. Pero me gusta leer en papel.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Yo también tengo un móvil dinosaurio. Un beso.

    ResponderEliminar