viernes, 4 de diciembre de 2015

Navidades

No es un secreto que no me gustan estas fechas. Aparte de recordar a los que faltan, detesto las fiestas multitudinarias donde al final no hablas con nadie porque te pasas el tiempo sirviendo. Total, que todos los años me digo a mí misma que es la última vez, pero luego mis hijos las quieren seguir celebrando y no me queda otra. Tengo el propósito de pasar al menos el fin de año en Canarias, pero nunca lo consigo. Algún día, espero. Luego está el significado religioso que ya prácticamente se ha perdido. Yo intento mantenerlo vivo pero me cuesta mucho entre el aluvión de juguetes, regalos y celebraciones. No invita a la reflexión.

Así que respiro hondo cuando llegan estas fechas, y más profundamente cuando terminan. A pesar de que ahora ya no tengo ni la mitad de líos que tenía hace años, cuando mis hijos eran pequeños. Supongo que algún día me tocará celebrarlas en mi casa pero creo que ya me va a pillar tan mayor que pediremos unas pizzas, porque no me veo yo ya con moral de aprender a hacer cocina de fiesta. Con casi cincuenta años, creo que tampoco sería tanto pedir poder quedarme en casa, pero en fin, así son las circunstancias que me ha tocado vivir. Mientras sigan las abuelas, seguiremos organizando las cenas. Luego ya se verá.

10 comentarios:

  1. A mí tampoco me gustan las navidades pero, por diversos compromisos, al final siempre termino celebrándolas. Un besote.

    ResponderEliminar
  2. Mi madre se queja de lo mismo. Yo como no tengo hijos no tengo el mogollón. A veces cocino yo pero como voy por unos días a casa de mi madre a descansar no me apetece. Así que hemos pensado comprar una carne ya rellena que está muy rica, según dicen ellos, y hacer una picada de entrante, todo muy sencillo para que podamos estar juntos sin que nadie se mate en la cocina.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Aunque lo compres preparado hay que servir y yo soy la sirvienta. Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Me gusta la Navidad por su significado y trato de mantener vivo el sentido de la venida de Cristo y su propósito. Aprovechamos este tiempo para que las personas entiendan lo que celebran, obviamente no es el viejo pascuero, muy popular en estos lados.

    ResponderEliminar
  5. Las fiestas son ocasiones muy buenas para reunir la familia y escucharnos unos a otros con amor.Dar gracias a Dios por el don de la familia y hacerles felices con nuestra entrega y alegría.La comida y regalos son para completar la unión familiar.
    .Esta es mi convicción
    Con cariño
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Cuando no tenía obligaciones la navidad era una auténtica fiesta. Cuando los niños eran pequeños y los abuelos te ayudaban en la cocina o ayudaba yo, sólo por sus caritas merecía la pena. Ahora unos faltan, otros llegan para la hora de cenar y yo con el corazón en un puño porque la carretera es traicionera... Al final quien tiene que comprar, hacer los menús es esta alondra que cada día su cuerpo le obedece menos... Pero aunque no soy muy religiosa me gusta ir a la misa del pollito a las 8 para disfrutar de las historias que han preparado los niños ahora de otras, luego poner la mesa y esperar que vayan llegando y el nido esté nuevamente al completo. Además este año supongo que mi nietecito será el protagonista principal...
    Aunque, sinceramente, cuando llega el día 7 digo ¡por fin la normalidad!!!
    Un abrazo afectuoso

    ResponderEliminar
  7. Supongo que cuando tenga nietos volveré a recuperar el interés por estas fiestas. Besos.

    ResponderEliminar
  8. ¡¡¡Pero si eres una niña!!!
    Yo he organizado "cenonas" Navideñas hasta los 75 años. Ahora ya cenamos solos, mi hijo soltero y yo y, la verdad es que son un poco más tristes, echamos de menos el barullo.
    Un besito

    ResponderEliminar