Hay quien piensa que yo soy del Opus. No lo soy. No porque tenga nada en contra sino porque no alcanzo ese nivel de implicación y compromiso ni de lejos. Yo voy más a mi aire. Asisto a misa los domingos y algún día entre semana porque me hace sentir bien. Sigo las enseñanzas de la Iglesia aunque este Papa no me gusta. Pero no participo en la vida de parroquia ni me implico en ninguna actividad más. Mis hijos sí lo hacían pero ahora ya no tienen tiempo ni ganas. Sin embargo, mi Fe sigue inamovible porque pienso que una cosa es independiente de otra, o debería serlo. Lo que siente cada uno y lo que hace de cara a los demás.
La Fe no se puede explicar, es un sentimiento. Sin embargo, dicen que basta con desear tenerla para que lo consigas. Durante muchos años puede estar latente sin que le prestes atención y de pronto resurge con toda su fuerza. Pero quien no tiene cultura religiosa difícilmente va a añorar algo que no conoce. Por eso me parece una lástima que algunas familias renuncien a esta clase de conocimiento. La Fe se tiene que conocer cuando eres niño y todavía estás abierto a lo inesperado. Con los años uno se vuelve reacio a toda novedad y excéptico por naturaleza. Por eso considero fundamental la enseñanza de la religión en la escuela.
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Completamente de acuerdo, a mí la fe me ha resultado muy útil en determinados momentos, mis padres me la inculcaron y aunque he pasado por rachas en las que me he separado por completo de la religión y la iglesia, si de pequeño sembraron esa semilla en ti, permanece. Un beso.
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