Llevo más de un mes tomando sólo media dosis del antidepresivo y varias semanas tomando un día sí y otro no. Ahora he intentado dejarlo del todo, pero he pasado a dos veces por semana. No hay manera. Cada vez que pasa el plazo me vuelvo a meter en el túnel sin salida. Es terrible. Quien no lo haya vivido no sabe lo que es: la desesperanza, la falta de ganas, la ansiedad... No sé si algún día conseguiré dejar las pastillas del todo. Me estoy temiendo que no, que lo mío es crónico. No es por las circunstancias sino algo químico. Una especie de déficit en alguna sustancia de mi cerebro. Supongo que me ha tocado.
A veces me siento como una inútil por no ser capaz de vivir sin el tratamiento. Me siento incluso culpable porque se supone que yo doy consejos a los demás y no puedo ayudarme a mí misma, porque ni siquiera mi Fe me salva de esta situación. Pero ya son unos cinco años así y supongo que no me queda más remedio que resignarme. En cuanto bajo la dosis lo noto, en una cierta desazón, un malestar difuso, una sensación de que algo va mal. Es difícil de explicar. Dependo de mis pastillas como una drogadicta, pero al fin y al cabo tampoco son las únicas. Tengo otros tratamientos crónicos, así que supongo que da igual uno más que uno menos.
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