Lunes

Después de las vacaciones cuesta volver a la rutina. He estado en el pueblo cuatro días. Aparte de un catarro persistente que tenemos en casa, ha ido todo bien. Hace ya un mes que tomo la medicina para el tiroides y tengo que ir  hacerme un análisis. Sigo quedándome dormida por las esquinas. Este fin de semana hemos cuidado un perro de una amiga de mi hija en casa. El gato parece que lo ha aceptado bastante bien después de un par de bufidos. Afortunadamente con el buen tiempo la rutina de sacarlo a pasear es muy llevadera. El único problema es que el perro se comía la comida del gato y viceversa.

Hemos ido a misa el jueves y el sábado santo a la vigilia de Pascua. Es algo muy impresionante que le recomiendo a todo el mundo sobre todo si pueden verla cantada. Salimos de allí a la una de la madrugada y ya eran las dos. Aparte de eso fuimos a comprar plantas para el huerto pero resulta que es pronto y todavía no las venden. Yo pensaba que el año pasado las habíamos comprado por estas fechas. Así que he vuelto a sembrar las semillas a ver si ahora tengo más suerte y brotan, ya que de momento no he conseguido ninguna. Este invierno tardío complica las cosas porque creo que la temporada pasada en marzo ya teníamos algunas plantas.