Dentistas. Creando necesidades

Una de las consecuencias del culto a la belleza actual es que ahora todos tenemos que arreglarnos los dientes. Antes a los niños con brankets los miraban mal y ahora casi a los que no los llevan. Hay un anuncio en televisión tipo ong que ofrece subvenciones para personas que no puedan arreglarse la boca, y pone como ejemplo un montón de gente con las bocas de lo más normales. Tener un diente descolocado no justifica el gasto ni la molestia que supone ponerse un aparato. Debería ser sólo para casos graves en que no sea posible masticar o tengan realmente muy mal aspecto. Lo demás son ganas de complicarse la vida.

Lo malo es que sí que convencen a la gente de que tiene un problema cuando no es verdad, y así están las clínicas dentales haciéndose de oro. Ahora es incluso normal ver adultos con brakets. También con eso que han creado de los implantes dentales en lugar de la dentadura postiza. En teoría es estupendo pero ya sé de gente que ha tenido problemas graves con ellos y es que con la salud no se juega. Un implante es una operación que necesita tener una buena estructura ósea y aún así puede salir mal. Es algo para pensárselo mucho. Pero cuando todo el mundo lo hace, se crea la necesidad y ya no hay razones que valgan.