Hubo un tiempo en que ser cocinero era una profesión normal, como panadero o tendero. Ahora son de la yet y se codean con los artistas. Todo porque a alguien se le ocurrió coger la cocina normal y complicarla innecesariamente, sacar un plato minúsculo y venderlo caro. Entonces es cuando recibimos los aplausos a nivel internacional. Ahora cogen una tortilla de patatas, la chamuscan, y te sacan la mousse de patata al aroma de huevo, y todo el mundo admirado. Yo me admiro de cómo se puede ser tan tonto, la verdad. Pero en algo se tiene que entretener a la gente a la que le sobra el tiempo o el dinero, o ambas cosas.
Luego llegó la televisión y todo el mundo se lanzó a la carrera de hacer guisos cada vez más absurdos y además competir por el premio. A mí esto siempre me recuerda el cuento del traje nuevo del emperador. Que el emperador está desnudo, a ver si se dan cuenta de una vez. Que donde esté la cocina tradicional de toda la vida sobran los inventos. Entre estos y los que se creen cantantes está la televisión que no hay quien la aguante, porque además se empeñan en montar dramas donde no los hay. Como si la vida no tuviera bastantes problemas reales. Conmigo que no cuenten desde luego para la audiencia de esos programas.
Los chefs están de moda, no hay duda. A mí me parece bien eso de innovar y hacer cosas nuevas pero está claro que con eso no sales comido. Es más bien por darse el gustazo de probarlo y ya. Un besote!!!
ResponderEliminarDonde esté un buen cocido... un beso.
ResponderEliminarLa gente se muere de hambre y nosotros jugamos a las comiditas.
ResponderEliminarHola. te aplaudo por tu reflexión con la que estoy totalmente de acuerdo. Parece que todos se han vuelto locos... ahora cocinar esos platos ridículos es puro arte... Que no cuenten conmigo. Seguimos en contacto
ResponderEliminarse coge un hermoso tomate, se pela. Se tira el resto (el tomate), se raya la piel y se echa por encima del guiso. Es la cocina del desperdicio. Un beso.
Eliminar