lunes, 29 de febrero de 2016

La droga es la droga

Me fastidia mucho cuando oigo decir que no pasa nada porque la gente fume porros. La marihuana es una droga que tiene efectos inmediatos y a largo plazo. De momento relaja y suele hacer disfrutar, aunque a veces también da malas reacciones. A largo plazo produce desgana, falta de concentración y apatía. Lo cual conduce habitualmente a los llamados ninis, jóvenes que no son capaces de estudiar y tampoco tienen ningún interés en estudiar. Pero nadie se preocupa en ver lo que esto tiene de relación con los porros, porque resulta que fumar maría es parte del progresismo mal entendido, de la modernidad y la moda.

Luego, algunos de ellos ya no tienen bastante y acaban probando la cocaína con consecuencias mucho peores de adicción y problemas de salud. Pero no habrían llegado allí si no existiera una mentalidad en la sociedad de que las drogas blandas son inofensivas y no es cierto. El alcohol en grandes cantidades también es un problema grave pero generalmente una cerveza no te va a arruinar la vida. Incluso dicen que es bueno para la salud. El tabaco es peligroso pero todo el mundo lo sabe y quien fuma es consciente. Sin embargo, el efecto sedante de la marihuana actúa poco a poco y es más difícil de detectar y evitar.

sábado, 27 de febrero de 2016

El abuso de internet

Para los que nacimos hace cincuenta años llama mucho la atención ver como la gente no puede ya vivir sin sus maquinitas, llámese móvil, tablet u ordenador. Yo utilizo el ordenador todos los días para leer y escribir pero apenas una hora. El resto del tiempo me conformo con mi móvil sin internet y una tablet que controlo de vez en cuando por si me entra un washap, pero es difícil que suceda porque no le doy mi número a nadie. Así que estoy bastante desconectada y orgullosa de ello, aunque mis hijos a veces no puedan localizarme cuando me buscan. No quiero ser un robot programable que todo el mundo sabe donde se encuentra y qué está haciendo.

Las redes sociales me parecen una pérdida de tiempo impresionante. Tengo facebook sólo para publicitar mi blog y el twitter lo utilizo para el blog del aborto. Aprovecho los hastags para meter baza de vez en cuando, como una vez a la semana. El resto del tiempo ni entro ni los sigo. Sé que hay gente que mete noticias curiosas o divertidas y así pasan las horas. Eso no es para mí. Yo prefiero leer un artículo completo sobre un tema o ver un reportaje, no quedarme con los titulares. Además no me hace gracia todo lo que leo. Soy muy especial. Los chistes fáciles no me van en general. Así que cada día más me siento excluida de esta sociedad.

viernes, 26 de febrero de 2016

Ninis

Uno de los problemas que más me preocupan sobre el futuro de España es éste de los ninis. Tenemos una proporción alta de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Se les puede ver por la calle a cualquier hora haciendo tiempo. Yo conozco varios casos. Es tremendo. Porque que no quieran estudiar todavía se entiende, pero que no quieran trabajar no es admisible. Y no me vale decir que hay paro porque empleos sin cualificación siempre se encuentran cuando se buscan; pero hay que buscarlos, claro. Estos chicos que están acostumbrados a tenerlo todo sin poner nada de su parte son una lacra para el futuro de nuestro país.

Son cerca de un veinte por ciento, aunque algunos pueda parecer que están estudiando, pero si no aprueban no cuenta, o que trabajan un par de días al mes. En otros países con mentalidad europea o americana no se entiende que una persona joven pueda pasarse el día sin hacer nada útil, ya que ellos suelen independizarse muy pronto. Así que es un problema típicamente español y mediterráneo. Nuestra mentalidad favorece esa falta de expectativas que supone, no sólo un problema económico sino de madurez personal bastante más grave, ya que llegará el momento en que esos jóvenes ya no contarán con sus padres para que los mantengan y quedarán en manos del estado.

El gobierno dice que no son ninis aquellos que se encargan de las tareas del hogar. Seamos serios... Poner la lavadora no es un trabajo remunerado.

miércoles, 24 de febrero de 2016

El derecho a sentirse ofendido

Con esto de la libertad de expresión y un sentido del humor mal entendido, se supone que los de siempre no tenemos derecho a sentirnos ofendidos. Se juega con el Padre nuestro, con las monjas y la misa impunemente e incluso algunos en la Iglesia dicen que hay que perdonar. Se perdona al que se arrepiente y tiene propósito de enmienda; no al que está orgulloso y dispuesto a repetir. A veces parece que los sacerdotes son sus peores enemigos. Mientras la gran mayoría de los españoles tenemos que tragar bilis mientras vemos cómo se pone en solfa lo más sagrado. Y todavía tenemos que responder con una sonrisa.

Porque si te ofendes no eres moderno ni democrático. Pero si a alguien se le ocurre hablar mal de los dogmas de la progresía, entonces eres un fascista. Existen dos varas de medir muy claras en España. La diferencia es que nosotros no ofendemos a nadie porque tenemos educación y por tanto no hay nada que perdonar de nuestra parte. De eso se aprovechan los que disfrutan haciendo daño gratuitamente. Pero no podemos caer en la trampa de negar la ofensa, porque ha existido y tiene que tener consecuencias legales, independientemente de que algunos prefieran pasar página. Porque si no hay reacción, la ofensa será cada vez mayor y más frecuente.

lunes, 22 de febrero de 2016

Consecuencias de la educación

Tengo tres hijos y los tres son diferentes aunque se han criado juntos. A la hora de educarlos me guié por el sentido común. No más de una hora de consola al día y después de los deberes. La paga mínima para que no se sintieran mal pero tampoco demasiado premiados. A mi alrededor he visto múltiples ejemplos de cómo hacer mal las cosas y tengo que reconocer que las consecuencias han sido muy variadas. No siempre el niño consentido acaba siendo un adulto irresponsable. Y el niño responsable puede acabar siendo un adulto consentido. Las reglas no funcionan claramente porque hay multitud de circunstancias alrededor que influyen mucho.

De modo que no puedo asegurar que mi forma de educar sea la correcta. Lo hice lo mejor que pude. Eso sí, dedicación desde luego no me ha faltado. Seguí la voz del sentido común y procuré quedarme siempre en el término medio, sin caer en los extremos de malcriar o ser demasiado estricta. Sin embargo, los resultados son tan diversos que, cuando oigo teorías acerca de la educación, siempre pienso que hay que darle tiempo al tiempo y que realmente esto es una lotería. No dudo de que determinadas actitudes ayuden a tener un buen resultado, pero puedo asegurar que no son determinantes para nada.

sábado, 20 de febrero de 2016

Decepción

Estoy muy decepcionada con los españoles en general. Comprendo que estén hartos de la corrupción aunque aquí todo el que puede hace trampas, pero lanzarse en brazos del comunismo no tiene justificación. Los que hemos nacido en los años sesenta hemos conocido la antigua Unión Soviética, su caida y todas las historias que salieron a la luz. No hay régimen más corrupto que el comunista porque es el que tiene más poder acumulado en pocas manos. Además, cada vez que la izquierda gobierna en España eso significa crisis y paro. Ya hemos pasado dos veces por lo mismo y yo ya no tengo edad para una tercera.

Siempre han dicho que la crisis era internacional pero yo lo que sé es que en Alemania no pasan del diez por ciento de paro porque hacen lo que deben hacer, lo que recomiendan los expertos. Mientras que en España han hecho falta diez años para empezar a tomar medidas, y todavía ahora la gente se queja de los recortes. Como sabe cualquier ama de casa, si no hay para carne se come pollo. No sigues comiendo carne a crédito hasta que ya no fían. No hace falta tener un máster en economía para saber lo que no se debe hacer, pero los españoles siguen poniendo su confianza en aquellos que no hacen las cosas bien porque no quieren. Yo me rindo.

viernes, 19 de febrero de 2016

La ropa rota

Pensé que sería una moda pasajera la primera vez que escribí sobre este tema, pero sigo viendo en las tiendas este tipo de ropa con cortes y desgarros. Para ello existen fábricas en el tercer mundo donde una mujer con una cuchilla se dedica a romper pantalones por un sueldo mísero. Para que unos clientes pijos y sin conciencia social puedan lucir sus prendas look vagabundo. No lo entiendo y además me indigna esa afición a vestirse de pobre, pagando además cantidades desobitadas de dinero; o bien hacérselo en casa con unas tijeras. Ropa raída, descolorida, desteñida y simplemente rota sigue estando de moda.

Me parece una falta de respeto hacia aquellos que no tienen más remedio que llevar ese aspecto porque no pueden permitirse ropa nueva. Me parece un desperdicio de prendas en buen estado. Y sobre todo me parece una tontería máxima. Cada vez que veo por la calle alguien así me indigno, más aún cuando ni siquiera es un jovencito quien lo lleva. Porque la inconsciencia es algo propio de los jóvenes y hay que ser muy inconsciente para llevar esa ropa. La próxima vez que vea alguien así creo que voy a probar a darle limosna a ver si capta la indirecta. Lo próximo va a ser salir a casa sucio y con churretes, como las rastas de los señores diputados de Podemos.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Día tras día

Esta depresión mía es muy desesperante. En primer lugar porque ya no tengo motivos. En segundo lugar porque no consigo controlarla ni con la medicación. Hay días que me levanto sin ganas de nada y un rato más tarde de pronto empiezo a encontrarme bien sin ninguna razón. Ni he tomado nada ni he hecho nada especial. Simplemente va y viene como el dolor de cabeza. Me fastidia mucho porque a menudo resulta que estoy a gusto y lo estoy pasando bien pero no consigo sentirme así, hasta que de pronto hace clic, y ya está. Me pregunto que habré hecho yo en otra vida para merecer esta situación tan absurda de no estar del todo bien ni mal nunca.

De niña no me pasaba esto. De hecho solía mantener la moral aunque no tuviera motivos. De adolescente estaba más bien de baja siempre pero eso entra dentro de lo normal. Yo sigo actuando igual. Quiero decir que no dejo de hacer las cosas porque no tenga ganas. Es sólo que me cuesta el doble. No sé si con eso tengo más mérito porque no sabría como demostrarlo. De manera que sólo me queda internet y mi familia para dejar constancia de que lo poco que hago tiene valor extra. Sin embargo, preferiría desde luego tener menos valor y ser capaz de llevar mi vida sin este tio vivo continuo de emociones.

lunes, 15 de febrero de 2016

Saliendo adelante

Han pasado dos meses de la muerte de mi madre y creo que ya me voy acostumbrando. Acabamos de recoger la casa y me he quedado con multitud de recuerdos. Además tuve que volver a la clase de francés y la de gimnasia aunque eso me costó un mundo. Ahora estoy con nuevos proyectos de plantas para mi huerto en el pueblo. He sembrado pimientos, tomates y berenjenas a ver si esta vez consigo que me crezcan para poder trasplantarlos en la primavera. El año pasado se me helaron y tuve que comprar las plantitas. Sembrar una planta y verla crecer es una satisfacción personal muy especial. Se lo recomiendo a todo el mundo.

Por lo demás, con mis cincuenta años recién cumplidos, he hecho propósito de arreglarme más; claro está que eso siempre lo digo y luego me gana la pereza. Me fui a poner mechas en el pelo con tan mala suerte que me han quedado oscuras y no se ven. En cuanto al blog, empecé con fuerza afrontando una vez más el tema de la homosexualidad, y ahora quiero seguir poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Mis hijos siguen estudiando, a ver si consiguen aprobar el curso. No van mal pero lo de las chicas es muy complicado y el chico se esfuerza poco. La pequeña va a sacarse el carnet de conducir. Seguimos cubriendo etapas.

sábado, 13 de febrero de 2016

Bloqueo mental

Por primera vez en diez años no sé de qué escribir. Esto empieza a ser preocupante. Tal vez ha llegado el momento en que debería ir pensando en dejarlo. Aunque ahora sólo escribo tres días por semana me faltan argumentos. Será porque la situación española me tiene tan horrorizada que ya no sé ni qué decir. Hasta me alegro de que hayan muerto mis padres porque no tengan que ver a los de Podemos en el parlamento. La verdad es que nunca me hubiera imaginado que pudiéramos caer en manos de la extrema izquierda, algo que parecía tan del siglo pasado. Todavía no me lo acabo de creer. España me ha decepcionado mucho.

Yo pensaba que la gente tenía ya una cultura general y un conocimiento de la vida como para no caer otra vez en fórmulas del pasado que nunca han funcionado ni lo harán. Cuando pienso que gente como yo se está dejando engañar por Podemos sólo se me ocurre emigrar lo más lejos posible. Ochenta años después de la guerra civil resulta que no hemos aprendido nada. Estamos otra vez en las puertas de lo mismo. Aunque la Unión Soviética sea ya un mal recuerdo. No sé si el mes que viene conseguiremos ya tener gobierno en España, pero si es lo que me temo más valdría que no lo tuviéramos. Prefiero repetir las elecciones y que sea lo que Dios quiera.

viernes, 12 de febrero de 2016

Casados a primera vista

No he visto ese programa ni pienso hacerlo. Sin embargo, el concepto en sí me parece inconcebible. Quiero decir que no me explico que una pareja de desconocidos se preste a casarse sólo por salir en televisión y tener todos los gastos pagados. ¿Qué posibilidades de éxito tiene una pareja así?. El matrimonio es algo muy serio o debería serlo. Es en principio un compromiso de por vida. La sola idea de hacerlo por publicidad ya me parece asombrosa, pero que además se presten a vivir toda su relación delante de las cámaras me parece increíble. ¿Qué clase de personas somos?. Yo hubiera pensado que no encontrarían candidatos.

Pero está claro que el formato funciona. Con lo difícil que es encontrar una persona compatible, mantener una relación y llegar a dar el paso crucial de casarse, no me explico cómo se puede frivolizar con los sentimientos de esa manera. Porque el matrimonio es por una parte algo legal (y esto sería un fraude), por otro lado una cuestión emotiva entre dos personas y además el fundamento de una familia. No quiero ni pensar que estos matrimonios puedan llegar a tener hijos, partiendo de la base de que se han casado por interés, como quien participa en un espectáculo. La verdad es que esta clase de programas me parece inmoral.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Pensamiento positivo

Nunca he creído mucho en esas cosas pero lo estoy intentando y no sé si funciona. Cada vez que pienso qué cansada estoy, me respondo: no estoy cansada, sólo emperezada. Cuando pienso que estoy depre, me digo a mí misma que estoy bien dentro de lo que cabe. De ese modo, intento alejar los pensamientos negativos y centrarme en el presente. Es algo cercano al budismo y la meditación. También se me da muy bien relajarme. Es lo que mejor hago del chicún. Tanto que a veces en el sofá con el gato, a cualquier hora me quedo dormida. Supongo que también es por las medicinas que tomo, pero tengo que evitar la tentación.

Como tengo esta facilidad para dormir durante el día, me tengo que recordar a mí misma que no debo hacerlo. Además es que en la siesta no sueño o al menos no lo recuerdo. Por la noche tengo unos sueños tan intensos que a veces me dan ganas de levantarme y no dormir más. Aun así me acuesto muy temprano porque a partir de las diez y media me empieza a doler la cabeza. Total, que llevo una vida de monje, con la diferencia de que no tengo que levantarme por la noche a rezar. Así que sigo una filosofía zen, si no fuera porque a veces me agobio cuando tengo mucho que hacer. A ver si consigo dominar el pensamiento positivo y ya me dan el diploma.

lunes, 8 de febrero de 2016

Cocina moderna

Hubo un tiempo en que ser cocinero era una profesión normal, como panadero o tendero. Ahora son de la yet y se codean con los artistas. Todo porque a alguien se le ocurrió coger la cocina normal y complicarla innecesariamente, sacar un plato minúsculo y venderlo caro. Entonces es cuando recibimos los aplausos a nivel internacional. Ahora cogen una tortilla de patatas, la chamuscan, y te sacan la mousse de patata al aroma de huevo, y todo el mundo admirado. Yo me admiro de cómo se puede ser tan tonto, la verdad. Pero en algo se tiene que entretener a la gente a la que le sobra el tiempo o el dinero, o ambas cosas.

Luego llegó la televisión y todo el mundo se lanzó a la carrera de hacer guisos cada vez más absurdos y además competir por el premio. A mí esto siempre me recuerda el cuento del traje nuevo del emperador. Que el emperador está desnudo, a ver si se dan cuenta de una vez. Que donde esté la cocina tradicional de toda la vida sobran los inventos. Entre estos y los que se creen cantantes está la televisión que no hay quien la aguante, porque además se empeñan en montar dramas donde no los hay. Como si la vida no tuviera bastantes problemas reales. Conmigo que no cuenten desde luego para la audiencia de esos programas.

domingo, 7 de febrero de 2016

Uno menos

He vuelto a perder un seguidor por hablar de la homosexualidad. Qué le vamos a hacer. Me llama la atención que tanta gente diga tener muchos amigos homosexuales. Yo apenas habré conocido dos en mi vida y no son amigos. Se ve que no vivo en el barrio indicado tal vez. Pero es inútil porque seguiré defendiendo mi opinión aunque sea yo una entre mil. En primer lugar, la homosexualidad es una patología y eso lo demuestran los casos de gente que tras un accidente se han despertado con cambio de orientación sexual. En segundo lugar, muchos de ellos son promiscuos y de moral laxa y para eso basta con ver el destile del orgullo gay.

Luego quedan los que, como Dolce y Gavanna, son buena gente que se han enamorado de alguien de su propio sexo y no se meten con nadie ni pretenden adoptar niños. Porque a mí que la gente homosexual se case no me molesta siempre que no pretendan formar una familia, y no por ellos, sino porque no es justo para los niños, que necesitan tener un padre y una madre. Yo estoy a favor del amor en todos los casos pero siempre que no perjudique a un tercero. Así que si alguien es feliz siendo homosexual y tiene la suerte de tener una pareja estable por mí no hay problema siempre que no tengan hijos.

sábado, 6 de febrero de 2016

Spotlight. Sacerdotes y pederastia

Siguiendo con los berenjenales, no he visto esa película ni la voy a ver. No puedo negar que hayan existido casos de pederastia en la Iglesia. La cuestión es por qué. A mi modo de ver el problema no es el celibato, sino la cantidad de sacerdotes homosexuales. Durante siglos hacerse cura ha sido una solución para aquellos hombres con inclinaciones homosexuales que querían verse libres de la tentación. Y la Iglesia los ha acogido. Algunos de ellos no pudieron librarse de sus instintos y la mayor parte de los casos de pederastia en sacerdotes se producen con niños del mismo sexo. De ahí la existencia de tantos sacerdotes pederastas.

Es decir, que el problema no es que sean sacerdotes, sino que sean homosexuales. O también alguien que tuviera tendencias pedófilas en general podría elegir el sacerdocio con el objeto de verse a salvo de sus problemas. Pero desgraciadamente, ser religioso no te aleja necesariamente de los niños sino más bien al contrario. Esta es mi explicación al problema de la pederastia en la Iglesia, que no deberían admitir personas que sólo profesan para huir de sus inclinaciones sexuales; pero claro, eso no es tan fácil de decidir o evitar. Otra cuestión es que además se haya podido hacer la vista gorda, y eso es imperdonable.

Si una de cada mil personas se dice que puede ser homosexual, lo cierto es que uno de cada cuatro niños que sufren pederastia es varón. Lo cual quiere decir (aunque yo sea de letras), que la proporción de pederastas homosexuales es mucho mayor que entre heterosexuales.

viernes, 5 de febrero de 2016

Testimonio homosexual a favor de padre y madre

Jean Pierre Delaume-Myard, francés, guionista y director de documentales, homosexual convencido y sereno, es desde hace años uno de los objetivos principales de los lobbies gays europeos porque se ha manchado con una culpa imperdonable: no sólo ha aceptado el papel de portavoz de la Manif Pour Tous (www.lamanifpourtous.fr) en Francia, sino que ha escrito un libro para explicar por qué, como homosexual, considera que es injusta la redefinición del matrimonio y, sobre todo, la adopción gay.
  «Los niños -repite-, tienen que tener una madre mujer y un padre hombre. Cualquier elección distinta es una discriminación. Y os lo digo como homosexual».
  -Por lo tanto, en su opinión, ¿hay una diferencia entre progenitores homosexuales o heterosexuales? 
  -Este ya sería el núcleo de la cuestión, pero demos un paso atrás.
  -De acuerdo. ¿Por dónde empezamos?
  -Quisiera decir, ante todo, que los lobbies gays no representan a la totalidad de los homosexuales. Sobre el debate referente a la conveniencia de incluir a la familia homoparental en el sistema jurídico italiano, los homosexuales han sido engañados. No se ha considerado su diversidad intelectual, espiritual y política, sino que han sido reducidos a práctica sexual lo que implica, necesariamente, un determinado número de exigencias, en particular la de las uniones civiles y la necesidad de tener un hijo.

Berenjenales

Hace mucho que no me meto en ninguno y a ver si al final le voy a caer bien a la gente... El otro día en mi clase de francés me pidieron el nombre de mi blog. No se lo di porque ya he tenido bastantes problemas con conocidos por meterles en mis pensamientos privados. La gente con la que trato aquí habitualmente sabe que puede no estar de acuerdo conmigo pero no puede perder las formas. No creo que sea tan difícil, pero los que vienen de fuera a menudo mezclan lo personal con lo público. Así que, después de esta introducción, paso al tema que más problemas me ha traído, pero no por eso voy a dejar de abordarlo.

Las adopciones homosexuales. No estoy de acuerdo. Creo que un niño necesita tener padre y madre y la interactuación con ambos a ser posible. El padre también es necesario. Los niños aprenden unas actitudes de uno y otras de otro porque por más que se empeñen algunos, hombres y mujeres no somos iguales en manera de ser y comportamiento. De este modo, luego pueden elegir si eso fuera posible (yo creo que no), cuál género les gusta; pero conviviendo sólo con uno de los dos lo normal es que acaben siendo homosexuales o bisexuales; lo cual, al contrario de lo que se dice, no es precisamente una garantía de felicidad futura.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Discriminación: Yo soy más que mi talla

El otro día veía un debate sobre si discrimina la sociedad a las gordas y si había que poner leyes anti discriminación. Pero yo le decía a mi hija que sólo se trata de ser buena persona. Yo nunca he criticado a nadie por ser más alto, bajo, gordo, flaco, listo o tonto. Me parece absurdo. Si educáramos bien a los niños no harían falta leyes. Pero además la sociedad tiene mucha culpa en este asunto premiando la imagen de las personas guapas como si eso las hiciera mejores en todos los aspectos, incluido el profesional. Esto es especialmente difícil para las mujeres y sobre todo al llegar a los cuarenta años.

Porque el cuerpo cambia en la mediana edad y lo normal es engordar diez kilos y perder curvas. También en los hombres aparece la barriga y la calvicie o las canas. Pero mientras en ellos se encuentra cierto atractivo, los medios de comunicación esperan que la mujer se conserve como una veinteañera en apariencia. Esto sólo es posible en algunos casos genéticos, pero para la mayoría supone una vida de dietas, privaciones y sesiones de gimnasio, o incluso operaciones. O, como en mi caso, pero yo no trabajo, dejar hacer a la naturaleza y sentirme culpable. Todo por no aceptar las consecuencias del paso del tiempo.

lunes, 1 de febrero de 2016

La batalla del orden

Tengo la casa desordenada, la verdad. Yo diría mas bien, saturada. Ocurre que según pasan los años vas acumulando cosas que se van quedando por en medio y no sabes qué hacer con ellas. Tengo buenos armarios pero están a tope de cosas por si acaso, como toallas de piscina viejas, sábanas que no utilizo y regalos inesperados. Hay cosas que no se usan por ser demasiado buenas, elegantes, y otras por lo contrario, por ser viejas y corrientes. Pero se van quedando guardadas por si un día piensas: dónde estará mi viejo albornoz, y ese día resulta que no lo encuentras. Porque es lo que tiene tener la casa saturada.

De vez en cuando saco ropa del armario que hace mucho tiempo que no utilizo y, haciendo un gran esfuerzo, la paso a la bolsa de ropa para donar a la parroquia. Luego siempre pienso que he dado lo que no debía, de más o de menos. Me preocupa que un día tengamos que hacer mudanza y empiecen a salir cajas llenas de los armarios. Hace años cuando nos cambiamos de casa, fue una mudanza pequeña y sencilla y aún así no se acababa nunca. Me produce literalmente pesadillas pensar en tener que recoger esta casa tal como está. Creo que debería ir reduciendo cosas poco a poco, pero no es nada sencillo elegir.